sábado, 2 de enero de 2010

La Sangre de Mannoroth

El enorme orco baja su hacha hacia mi cabeza, queriendo partirla a la mitad. Yo calculo y ruedo a un lado en el ultimo momento. Siento la rafaga de aire cuando el filo de su hacha pasa rozando mi brazo. Krone nunca fue tan rapido. Ningun orco lo es. Doy un salto hacia atras para alcansar a mi elekk y desato la correa que sostiene mi lanza, necesito mantenerme fuera del alcance de su arma.

Krone levanta su hacha y vuelve a cargar hacia mi. yo retrocedo y trato de desviar su golpe, pero el orco baja el filo de su hacha y me da en el pecho con la parte plana. El golpe me deja sin aire y me lanza al menos tres metros hacia atras y contra el tronco de un arbol. El tampoco solia ser tan fuerte. Aturdido y tratando de recuperar el aliento, veo a Krone acercarce a mi para asestar el golpe final.

En los ultimos metros, el orco corre hacia mi elevando el filo hdiagonalmente hacia mi garganta, buscando decapitarme. Casi instintivamente, invoco un escudo alrededor mio. El hacha choca inaudiblemente contra la burbuja de luz y se detiene. Al instante, lanzo mi hechizo de aletargamiento. Krone baja los brazos y queda mirando hacia el suelo ausentemente. Todavia respirando con dificultad, camino hacia mi lanza y la recojo del suelo. Mientras el orco empieza a volver en si, yo descargo el mango de mi lanza con fuerza contra la cabeza desprotegida de Krone y este cae al suelo inconsiente.

Yo desato un par de cuerdas de mi montura y las uso para atar a Krone al lomo de mi elekk. Necesitare a Joi para llevarlo a el y a los draeneis caidos a Shathrath. Al llegar al claro, busco una bengala en mi mochila, la enciendo y la arrojo contra el suelo. Esta estalla, disparando chispas rojas varios metros hacia el cielo. Un minuto despues, Joi llega al claro, a lomos de su ellek.

-¿Que paso aqui? ¿Por que Krone esta inconciente y atado a tu montura? ¿Y por que esta todo rojo?

-Estos draeneis fueron emboscados, Krone intento matarme y no se por que esta rojo pero al parecer es por la misma razon por la que es el orco mas rapido y fuerte contra el que he luchado y al parecer esta enloquecido o poseido o algo. ¿Y a ti como te fue, ah?

- Bueno, supongo que debemos llevarlo con Velen. El sabra que hacer.

- Si, y tambien llevemosnos a estos. Tengo la horrible sensacion que estas dos cosas estan conectadas.- Atamos los cuerpos a los elekks y nos dirigimos hacia el este, hacia la entrada escondida de la terraza superior.

En unos minutos llegamos a la ciudad. Los draenei que salian a recibirnos miraban desconqrtados y sorprendidos a los cuerpos que colgaban de nuestras sillas. Al entrar se nos acerca Stephona, a lomos de un elekk gris. Stephona era una Priest, una sacerdotisa y curadora. Al ser parte del ejercito, su deber es cuidar de los soldados y apoyarlos en batalla. Solo unos pocos draenei; entre ellos Velen, Joi y yo; sabiamos que habia obtenido poderes mas oscuros para poder luchar directamente en la batalla.

- ¿Que paso ahi afuera? Sea lo que sea que han hecho tienen a media ciudad de cabeza, Ya han movilizado el ejercito en un perimetro, y estan llegando refugiados de todo Draenor.

- Larda historia, te contaremos luego, ahora tenemos que llevar a Krone con Velen, esta como poseido o algo.

En ese momento, Krone empieza a gruñir, pero Joi lo acalla rapidamente con la base de su mazo.

Despues de dejar los cuerpos con los sacerdortes, fuimos hacia el centro de la ciudad a ver a Velen, quien posiblemente estaria hablando con los Naaru. En el centro de la enorme cupula erguida sobre la ciudad, centro de la civilizacion draenei, se alohaban los Naaru, quienes daban ayuda y consejo a los draenei, y nos protegian de los demonios de la Legion con su Luz divina. Ahi se encontraba Velen, nuestro profeta y lider supremo, discutiemdo con sus generales y sacerdotes. Nobundo, para nuestra sorpresa, tambien se encontraba ahi, junto con nuestros archimagos. Debe ser una reunion muy importante para que todos los lideres draenei estuvieran presentes.

-Ah, hermanos- dijo Velen al vernos entrar -Vienen en tiempo oportuno, pues si mal no creo ustedes traen a un miembro de los orcos, quien ha sido maldito de alguna manera desconocida aun para nosotros.

-Asi es, gran profeta, halle a nuestro amigo Krone cerca de un claro donde fue masacrado un grupo de draeneis, veteranos ademas. Al verme se mostro hostil y trato de eliminarme, pero pude neutralizarlo antes de que causara mas daños. Lo hemos traido con usted confiando en que pueda librarlo de la maldicion que le aflige.

-Deja de una vez las formalidades, son un retraso innecesario. Solo dinos lo que viste.

-Bien- respondi -Despues de mi guardia, iba a realizar una ronda mas antes de volver a las barracas, pero mi elekk sintio el olor de la sangre y me tope con un grupo de draeneis muertos. Cerca me encontre con Krone, que estaba como poseido y trato de matarme. Lo deje inconciente y con ayuda de Joi lo traje a Shatrath junto con los draeneis caidos.

-Terrible suceso, de hecho- dijo Velen, pensativo.

-Esos soldados formaban parte de nuestros escuadrones de elite, cualquier grupo de demonios vagabundos no hubiera tenido oportunidad contra ellos, aun en una emboscada.- Opino un viejo general.

-En ese caso- interrumpio Nobundo -O estos no fueron simples demonios, o incluso puede que no fueran demonios en absoluto. Tal vez el orco que nos traen estos jovenes soldados pueda saber algo al respecto.

Velen asintio con la cabeza y puso su mano encima de Krone, quien yacia inconciente en el suelo. Al ser tocado por la luz que nacia de la mano del profeta, el orco abrio los ojos y levanto la mirada.

-Krone Rockjaw, del clan Blackrock. ¿Puedes reconocerme?

Por toda respuesta, Krone emite un rugido estremecedor y se lanza contra el cuello de Velen. Antes de que alguien pudiera desenvainar un arma o lanzar algun hechizo, el puño del profeta sale disparado a una velocidad increible y se hunde en el rostro enfurecudo del orco, quien cae de nuevo inconciente al suelo.

-Creo que antes de interrogarlo, vamos a necesitar desacer esta maldicion que lo enfurece, Nobundo.- dijo tranquilamente Velen -Que los magos dibujen un circulo de contencion y que los archimagos y sacerdotes de alto rango que tengamos disponibles se pongan a trabajar en deshacer la maldicion. Nosotros tambien ayudaremos. Mientras tanto,- nos mira a nosotros tres -ustedes deberian dirigirse a las murallas. Los necesito dentro de la ciudad para cuando este orco despierte. Ya que es amigo vuestro puede que su precencia sea util en el interrogatorio.

Con esto nos despide y nos dirigimos a las murallas interiores de la ciudad. La muralla exterior de la ciudad tenia dos entradas principales. Una venia desde Terrocar y llevaba al distrito inferior, donde residian los civiles y los guardias. La segunda puerta, que apuntaba hacia la frontera con Sangamarsh, pasaba sobre la muralla interior y llevaba a la terraza de los Naaru. Ahi vivian los priests y los oficiales, que junto con Velen y los Naaru discutian asuntos politicos y militares. Ahi tambien estaban los elevadores hacia las terrazas superiores, en una de las cuales donde se encontraba la tercera entrada, que daba hacia Nagrand.

La muralla exterior estaba protegida por los hechizos mas poderosos de nuestros magos, y los shamanes habian montado hileras de totems a lo largo de esta. Sobre la muralla se encontraban filas de arqueros y magos, mientras que ambas entradas estaban custodiadas por guerreros fuertemente armados. Entre estas dos murallas se encontraba el distrito inferior, donde patrullaban los pacificadores, guardias equipados para intervenciones rapidas y montados en elekks. Sibre este distrito habia una serie de puentes que cobectaban ka muralla exterior con la interior.

La muralla interior tenia escaleras en su interior, para que, en caso que el enemigo penetrase la muralla exterior, el distrito inferior pudiese ser evacuado facilmente, y los civiles pudiesen escapar a nuestras bases de Nagrand, Terrokar o Zangamarsh a travez de alguna de las puertas secundarias. Uno de los puentes que unian las dos murallas llevava directamente hacia una de las entradas secundarias, que se drigia al este, mientras que un elevador en la muralla interior llevaba a una terraza superior donde estaba la entrada oeste, que desenbocaba directamente en Nagrand.

Nosotros fuimos posicionados en la muralla interior, donde pasabamos los dias patrullando el distrito inferior y viendo a los soldados salir hacia las bases orientales, muchas veces para no volver, y escuchando preocupantes noticias que nos traian los grupos de reconocimiento.

-Oye, eres tu Belexar?- me dijo un dia un mago que acababa de regresar de una mision en el este de terrocar, de donde se habia reportado mucha actividad de la Legion ultimamente.-Es cierto que have dos dias te enfrentaste contra un orco que habia sido poseido?

-Asi es,- supongo que era estupido esperar que no se corrieran rumores despues de entrar con un cuerpo colgando de la silla -Por que preguntas?

Bueno, esque hace justamente dos dias hemos empezado a perder contacto con las bases de Nagrand y Shadowmoon, y ademas...

-Entonces era verdad?- interrumpio Joi -Porque aunque la legion tiene mucha fuerza en esa frontera nunca han podido detener ni a la mitad de nuestras caravanas.

-Eso era antes, pues ahora no hay forma de pasar al valle- contesto el joven mago- Y recientemente, el fuerte norte de la frontera, ha caido.

-Que? Eso es imposible!- grito Stephona, anonadada -Muchos de nuestros mejores guerreros y paladins defendian esa base, y gracias a ella podiamos mantener a la Legion fuera del bosque!

-Si- reflexione yo- Eso explica por que ultimamente han estado mandando tantos grupos ligeros hacia la frontera, estan tratando de sostenerlos a base de emboscadas.

-Exacto, pero eso no es lo mas preocupante, sino que, al buscar sobrevivientes en las ruinas del fuerte, encontre esto.- dijo mientras nos alargaba una mano que sostenia un objeto cubierto con una tela oscura.

Cerre mi mano sobre el objeto y retire la tela que lo cubria. En mis manos tenia una daga de hoja negra, con el simbolo del clan Blackrock tallado en el mango de madera. Al tocar la hoja con mis manos, el calor de esta quema mi piel y suelto el arma, que cae al suelo.

-Argh! Esa cosa es casi oscuridad pura!

-No solo eso.- añadio el mago- Ademas, esta daga fue encontrada enterrada en la espalda de un priest draenei.

-Espera, eso quiere decir que todo el clan Blackrock esta poseido?- pregunto Joi, parandose volcando su silla.

-Tal vez, tal vez solo sean unos cuantos, pero hace ya una semana que no tenemos noticia de los orcos. Si es que existe una especie de guerra civil podriamos apoyar a nuestros aliados a contener a los insurgentes, pero si todo el clan esta como estos, no se que podemos hacer.

Ya despues de que el mago volviera a la torre, me dirigo a mis compañeros. -Es sorprendente la rapidez con la que se extienden los rumores por la ciudad. Ahora los soldados estan nerviosos, pues los orcos son, o eran, nuestro aliado mas fuerte contra la Legion.

-No es posible que los orcos hayan sido derrotados y mutados en esta forma.- opino Stephona- mucho menos en tan poco tiempo!

En ese instante, un Escudo de Velen, la guardia elite del profeta, se nos aproximo. -Ustedes tres.- nos dijo- El profeta requiere su precencia. La purificacion del orco esta casi completa.

Sin mas palabra se puso en marcha, y nosotros lo seguimos a traves de la terraza de la muralla interior, hacia el interior de la cupula. En un costado, se encontraban Velen y Nobundo, junto con un grupo de magos, priests y shamanes, todos formando un circulo alrededor de una fuente de luz. Esta fuente era alimentada por ellos, y en el centro se encontraba Krone, que ya había recuperado su color de piel verde oscuro. Con los ojos abiertos, se mantenía de rodillas, mirando fijamente al suelo y respirando ansiosamente, como si acabara de despertar de una pesadilla.

Repentinamente se pone de pie y mira a Velen, con una mueca de desesperación en el rostro. –Lo siento tanto! De verdad, yo no quería hacerlo. Fue Ner’zhul, nos convenció, nos obligo!

-Calmate, Krone –hablo lentamente Velen -Respira y cuéntanos que fue lo que paso.

- Si, lo que paso, lo recuerdo. Todo comenzó con los Shadowmoon. Ellos y Ner’zhul. El los convenció a todos que ustedes estaban tramando apoderarse de nuestras tierras, el fue.

El? Imposible- replico indignado Nobundo- Yo lo conozco, es muy sabio, y tiene una profunda conexión con los espiritus, no podría haber hecho algo asi!

Los demonios se los dijeron el sueños, lo engañaron. Yo nunca lo crei, algunos tratamos de rebelarnos, pero fuimos apresados y tratados peor que a bestias. Entonces… Oh, El templo! El Templo de Karabor!

-Que le ha sucedido al templo? –Exclamo Stephona, quien habi estado escuchando en silencio.

-Oh, Gul’dan, el alumno de Ner’thul, el fue corrompido por los demonios. Ner’thul pudo ver la verdad y escapo de ellos horrorizados, pero Gul’dan fue tentado por el poder que ese demonio le ofrecia. Ellos siguieron arrasando con sus bases y, oh dios, tomaron el templo. Los sacerdotes no pudieron oponer resistencia, no hubo supervivientes. Y eso no fue lo peor, estaba ese Mannoroth. Un enorme Pit Lord, un comandante de la Legion.

La Legion ha tomado Karabor, no es posible- murmuro un comandante, moviendo la cabeza anonadado.

-Mannoroth vertio su sangre en la fuente y cuando los orcos bebían esa agua, les pasaba lo que nos paso a mi. Por eso no nos habían ejecutado, querían que bebiéramos el agua. Cuando estaba bajo la influencia de la sangre, no podía controlarme, segua las ordenes de los demonios y arrasaba con todo lo que me encontraba. Y lluego, oh no. Cuantos días han pasado desde que me capturaron?

- Casi tres días- respondió Nobundo

-Oh no, Entonces ya deben estar a punto de llegar. Rapido! Deben prepararse! En cualquier momento…

Entonces entra a toda prisa un pacificador, casi arrollando a unos Escudos. Gritando anuncia:

-Profeta! Nobundo! La cuidad esta bajo ataque! Todos los soldados a las muarllas exteriores!

viernes, 2 de octubre de 2009

La Traicion de los Orcos

La fresca brisa de nagrand acaricia mi rostro, mientras estoy tendido en el verde pasto que tapiza la colina a la que estoy designado, que domina el valle y la isa central entre los verdes acantilados qe caracterizan a Nagrand. Me llevo la manzana a la boca y le doy una mordida. Arrojo el corazon al aire y es atrapado por mi elekk, que yace a mi lago peresozamente.
El sol se empieza a ocultar tras los altos picis de Bladedge Mountains. Se escucha un rapido galopar a lo lejos. Por la colina sube velozmente un elekk marron, sobre el cual va montado un joven draenei. Joi es su nonbre. Lo conosco desde hace varios años. lleva su largo cabello desordenadamente sobre sus hombros, mientras sus twntaculos descansan sobre su pecho. su piel, de un azul claro brilla bajo el sol a causa del sudor.
-Eh! Que pasa, Belexar? Durmieldo en tu turno?- Joi era un Shaman. De hecho, era uno de los primeros dicupulos de Nobundo. Lo habia visto luchar muchas veces, tanto contra la Legion como en duelos contra otros draenei. Manejaba los elementos con facilidad sorprendente, e incluso me habia vencido a mi un par de veces.
-Y que mas quieres que haga? Lo mas interesante que ha pasado desde la mañana fueron un par de goblins empapados despues de pbobar su nueva bomba a prueba de agua!- Joi bajo de su montur a y recojio una manzana. -Jajaja, bueno, pero yo he estado patrullando los acantilados toda la mañana asi que creo que me meresco un descanso. Ah! Y Stephona dice que ahira es tu turno de cuidar a los nuevos reclutas, estuvo con ellos todo el dia de ayer y no dejaban de jalar demonios.- Desanimado por mi nueva tarea, pues cuidar a los nuevos, quines eran peligrosamente ignorantes en cuando a estrategia, discrecion y batallas reales, era la tarea mas temida por los soldados, monte a mi elekk y me despedi de mi amigo. -Ten cuidado!- me dijo. - Y asegurate que nadie se acabe haciendose matar, en especial Stephona!
Riendo, me alejo hacia el este. Todavia tengo que hacer dos rondas de patrulla antes de volver al cuartel. De pronto mi elekk se detiene. Levanta su trompa al aire y olfatea. Se empieza a agitar nervioso, mirando en todas direcciones. Una corriente de viento golpea mi rostro y huelo lo mismo que mi montura. Se ha derramado sangre cerca de aqui.
Siguiendo su olfato, mi elekk llego a un claro, cerca de Terrocar Forest. En el centro del claro, yacian cuatro draeneis, en un charco de sangre fresca. Al borde del claro, estaba otro draenei, con una herida chamuscada en su espalda. Deben haberlo matado mietras trataba de escapar.
Los otros cuatro cuerpos presentaban heridas de armas cortantes, posiblemente espadas o hachas. El mago del grupo tenia una herida de algun arma arrojadiza en la espalda. Los atacaron por sorpresa y cayeron contra el mago primero para evitar que los congelase. Esto no lo habian hecho demonios comunes. Solo un enemigo muy poderoso y con un lider stuto e inteligente podria derotar a un grupo entero de draeneis veteranos.
En el suelo veo varias huellas, posiblemene de un gran grupo de demonios. Decido que seria prudente averiguar a donde se dirije el grupo antes de llamar a Joi o a Stephona para llevar los cuerpos a Shatrath.
Sigo el rastro de huellas hasta llegar a los caminos que llevan a Sangamarsh. Ahi, algo llama mi atencion. Apoyada en un tronco y junto a una fogata veo una enorme hacha orca. No cualquier hacha orca, sino el hacha de mi amigo Krone, un guerrero orco. Desde que la Legion llego a Draenor, su clan ha apoyado a mi raza a repeler la invasion.
-Lok tar Krone! Que haces, amigo?- El orco se levanto del suelo y se volteo hacia mi. Yo yo creia lo que vieron mis ojos. Su piel era de color rojo vivo como la sangre que empapaba su hacha, y sus ojos brillaban con una malignidad demoniaca. -Amigo? Me llamas amigo? Krone Rockjaw no tiene amigos!- Krone sostiene su hacha con ambas manos y la levanta sobre su cabeza. -Tu mueres aqui!- Y entonces el orco ruge y carga hacia mi.

lunes, 28 de septiembre de 2009

El Camino de la Luz




Yo soy Belexar, el draenei paladin. La historia que les voy a contar trata de como decidí convertirme en un paladin y como obtuve en poder de la luz.

Yo nací en Argus, el planeta de origen de los Draenei. Mis padres eran Naalar, un Shield of Velen; y Chandra, una curadora. Poco después de que nací, los draenei Escaparon de Argus con la ayuda de los Naaru y se establecieron en Draenor, más conocida como Outlands. Cuando era un niño, mi padre me enseñaba a combatir y mi madre me impartía las enseñanzas de los Naaru.

Cuando tuve la edad suficiente, entre en la Academia Militar de Draenor, donde recibiría entrenamiento para entrar en el Ejercito de la Luz. En la Academia Militar entrenaban los Warriors, los Paladins y los Hunters, mientras que en la Academia Mágica entrenaban los Mages, Priests y Shamans.

Entrenábamos en la Academia desde el amanecer hasta la tarde. De ahí podíamos salir al campo o quedarnos descansando en la Academia. Los que no se quedaban adentro, iban a las planicies que rodeaban la academia para jugar, hacer duelos o cazar a los animales que vagaban por Draenor.
Durante el primer año en la Academia, nos entrenaban a todos los alumnos juntos, pero después del primer año debíamos escoger entre una de las tres clases disponibles en la Academia para entrenarnos en esa clase. Hasta ese día, nos entrenaban maestros de las tres clases para que pudiéramos conocer más de cada clase.

Unas semanas antes de que cumpliera un año en la Academia, empezó la invasión. Las tropas de la Legión llegaron en miles. Nigromantes y Warlocks que asesinaban draenei e invocaban criaturas demoniacas; llovían meteoros para convertirse en infernales; los muertos se levantaban de sus tumbas para alimentarse de los vivos; bestias horrendas con múltiples apéndices, cabezas o colmillos que acosaban y mataban a los draenei que pasaban por el campo. El Ejército los mantenía alejados de las ciudades, pero cada día llegaban más y nuestros hermanos caídos se levantaban para engrosar sus filas.

Los entrenamientos en la Academia no se vieron interrumpidos, pues necesitábamos todos los soldados disponibles para defendernos de la Legión. Por supuesto que todos los alumnos que salían a entrenar eran acompañados por un maestro y una escolta de soldados.

Una tarde, mi grupo salió con un maestro Paladin, el Vindicator Mohram. Estuvimos entrenando al aire libre por horas, mientras los soldados patrullaban el perímetro. Al caer la noche, nos dispusimos a volver a la academia, cuando se nos presento un Warlock eredar acompañado por un grupo de felhounds.

El eredar mando a sus felhounds hacia nosotros. El warrior se lanza hacia adelante, interponiéndose entre nosotros y los felhounds. Golpea la cabeza de un perro demoniaco con su escudo mientras con su espada le abre el vientre a otro. El hunter se pone a cubierto detrás del warrior mientras le dispara al warlock y el paladin ataca a los felhounds con sus judgements y su espada.

El mage, el priest y mi maestro aprovechaban que los tres soldados distraían a los sabuesos para llevarnos a la academia, pero el warlock nos vio. El mage y el priest se pudieron llevar a los demás alumnos, pero mi maestro y yo nos quedamos detrás. El warlock esbozo una sonrisa malévola mientras rebuscaba en sus bolsas. De una de ellas saco un brillante soulshard, los sostuvo con ambas manos unidas, elevo un cantico y lo deshizo.

Se oyó un trueno y un relámpago verde cruzo el firmamento. Alzamos la vista y vimos una enorme roca ardiendo en caos caer desde lo alto hacia nosotros. Pudimos saltar a un lado para no ser aplastados, pero la onda expansiva nos aturdió por un momento. Del humeante cráter que dejo el meteorito al aterrizar, emergió un enorme infernal, incendiado con fuego demoniaco y avanzando hacia nosotros.

Los soldados ya habían acabado con los felhounds, sufriendo solo heridas leves que el paladin curo al instante. El warrior cargó contra el infernal con su escudo en alto, a punto para bloquear el golpe que le propino el infernal, hundiéndolo unos centímetros en la grava. El paladin aprovecho para lanzarle un juzgamiento y golpearlo con un crusader strike mientras el hunter le disparaba sin cesar en la cabeza. Mohram y yo nos acercamos por detrás al infernal. Mi maestro se lanzo sobre él y le lanzo un holy shock, para después consagrar el suelo alrededor y clavarle su espada infundida en un seal of rigtheousness en la espalda. A mí no se me daban bien los poderes de la luz, así que ataque sus piernas con mi espada.

El infernal, enfurecido por los ataques, el infernal intento sacudirse a Mohram, pero al no conseguirlo se desquito con los soldados. Pateo al warrior enviándolo varios metros hacia atrás. Levanto al paladin con una mano para lanzarlo contra unas rocas. El hunter trato e alejarse, pero el infernal recogió una roca, la encendió con fuego maldito y la lanzo al hunter, que cayo inconsciente por la explosión.

Mi maestro seguía con su espada clavada en la espalda del infernal. Desenterró la espada, trepo por la espalda del demonio y le atravesó la cabeza de un lado al otro con su espada infundida con el seal of rigtheousness. El fuego del infernal se apago y este de deshizo y cayó al suelo.

Mi maestro emergió triunfante de los escombros y se dirigió para enfrentarse al warlock, pero este no había perdido el tiempo y había convocado a un felguard con una enorme lanza. El demonio salto sobre Mohram, con su arma describiendo un arco hacia la cabeza de mi maestro. Este, tomado por sorpresa, pudo bloquear el golpe, pero quedo aturdido y el felguard aprovecho para clavarle su lanza en el pecho. Mohram, herido de muerte, cayó hacia atrás empujado por el arma del demonio.

Al ver caer a mi maestro, me interpuse entre Mohram y el felguard y ataque al demonio con mi arma. Este rechazo el golpe y, girando su arma, me arrebato mi espada para después lanzarme hacia atrás de una patada. Caí hacia atrás y aterrice al costado de mi maestro.Al sentirme a su lado, me miro y me entrego su espada diciéndome:

"Escucha a la Luz, Belexar. No dejes que la oscuridad te venza. Usa tu poder para proteger a tu raza, a tus amigos, a los que amas."

Sosteniendo la espada con ambas manos, elevo una plegaria a la Luz. Siento la energía sagrada corriendo dentro de mí, yendo hacia mis manos y fluyendo a través de ellas hacia mi arma. Avanzo hacia el demonio y lanzo la energía divina contenida en mis manos hacia él. Aullando de dolor, su cuerpo se retuerce bajo mi exorcismo. Doy un salto hacia él, lanzando un juzgamiento y mi grito de guerra, caído sobre su hombro derecho con un crusader strike, partiendo su cuerpo en dos.

El eredar mira aterrado como su vasallo cae muerto y da la vuelta. Trata de escapar, pero yo voy detrás de él. Infundo mis manos con poder divino. Mientras sostengo mi arma con la mano izquierda, llevo atrás mi mano derecha, concentrando la luz en esta. Formo un martillo sagrado, lleno de ira, justicia y mi voluntad de vengar a mi maestro. Lanzo el hammer of wrath, que vuela hacia el warlock.

La luz se entierra en su espalda y su cuerpo se contorsiona una vez antes de caer sin vida al suelo. Busco a los soldados, que afortunadamente siguen con vida. Usado holy light curo sus heridas y juntos llevamos el cuerpo de mi maestro a la academia, donde tiene el entierro de un héroe.

Desde ese día me entreno en las artes de un paladin, estudiando a la Luz y los Naaru y volviéndome más fuerte cada día, para así poder proteger a los que amo y hacer justicia.


FIN

martes, 24 de febrero de 2009

Olas, vengo a saludar.

Olas, weno los demas capitulos toy haciendo en borrador porke kiero ke me salgan bien, pero kualkier dia los pongo xD. Tambien ke toy jugando WoW =) weno asi ke mejor sigo trabajando en los capitulos weno xao!

miércoles, 11 de febrero de 2009

El Camino de la Luz - Primera Parte - La llegada a las Plaguelands

Honestamente, este dia ha sido uno memorable, tanto por como me he fortalecido como por lo que he aprendido, y por las misiones que ahora se que son mi deber cumplir. Luego de pasar varios dias en Blasted Lands (de los cuales mientras menos hable mejor), recibi un mensaje de Lord Grayson Shadowbreaker, quien solicitaba mi precencia en la catedral de Stormwind.

Asisti a su llamado despues de haber descansado en la posada de Booty Bay, pues me hallaba exausto por haber estado recolectando materiales para los Bloodmages Razial y Lynnore. Aliste mis pociones y repare mi armadura, pues si un Lord humano se molestaba en llamarme a su encuentro seguramente tenia algo que ver con alguna dificil mision. Al presentarme con el Lord, me informo que el Comandante Ashlam Valorfist necesitaba a un paladin  valiente y puro para una mision de gran importancia.

No me fue dificil llegar hasta Chillwind Camp, pues conocí al Griphon Master cuando viaje hacia el Scarlet Monastery (pero eso es otra historia). Al llegar, el comandante me saludo y me dijo que tenia una mision que darme. Tenia que ir al cementerio cercano, recolectar algunas Scourge Minionstones y llevarselas a High Priest Thel'danis, quien estaba custodiando la tumba de Uther. Despues de conseguir las piedras, me dirigi a la tumba a encontrarme con Thel'danas.

Pase por detras de los zombies para llega a la tumba de Uther, a la cual los no muertos no parecian querer entrar, o tal vez no podian. La tumba consistia de una placa escrita por algun miembro de la Order of the Silver Hand, quien decidio permanecer anonimo, y una estatua de Uther vistiendo su armadura y empuñando su martillo, debajo de la cual supuse estaria su cuerpo. Nunca tuve la oportunidad de conocerlo, pues el Exodar no lleguo a Azeroth hazta varios años despues de su muerte, pero por lo que he leido el los libros de historia y lo que he escuchado de los paladines humanos, el fue el primer paladin humano, fundador de la Order of the Silver Hand. Un humano quien, como su nombre, Lightbringer dice, trajo la luz y la esperanza a Lordareon despues que el gran caballero y campeon de la alianza, Anduin Lothar, cayera durante la segunda guerra. Le entregue las piedras al High Priest, quien extirpo la energia maligna de ellas y me dio una Inert Scourgestone, pidiendome que se la llevara al comandante en Chillwind Camp.

Al entregarle la piedra, me dio una mision mas, que fuera al Sunken temple, conocido tambien como Temple of Atal'Hakkar, y le trajera las Amber, Blue y Green Voodoo Feathers que portaban los trolls Gasher, Mijan, Zolo, Hukku, Zul'lor y Loro; pues solo con la magia de los trolla del templo podrian doblar algo malvado como la piedra contra la misma. Me prepare para entrar al templo al dia siguiente, junto con mi viejo amigo Princo y cualquier otro aventurero que quisiera entrar al templo con nosotros. La hora de ingresar se acerca. Que los Naaru nos acompañen.

martes, 15 de julio de 2008

Instancia no tan Fallida

Weno, volvi a hacer la instancia, no me salio el casco ke yo keria pero sake esto: Plated Fist of Hakoo

Tambien es xvr y sake otras kosas ke no me servian, asi ke las vendi o las envie a amigos a los ke les servian.

Beno, eso fue lo ke me paso hoy. Me despido. Xao!

Hola xD



Weno, hola, no pude escribir porke he estado ausente algunos dias (lol) pero ahora les cuento algunas cosas. primero, el lider de mi guild me ha dado una firma ahora ke ya soy Veteran y aki se las muestro

Weno, ademas no he podido sacar mi caskito pero sigo intentandolo.

Tambien he leido el comic oficial de WoW en DC Comics. Aki les dejo el link:

Comic de WoW por DC Comics


Weno, a seguir leveleando. Xao!